Savannah Colbert
nunca ha sabido porqué es odiada por los chicos del Clan. Ni tampoco puede
negar su atracción por el chico de oro del Clan, Tristan Coleman. Especialmente
cuando se recupera de una extraña enfermedad y se convierte en una atracción
casi irresistible. Es como si un imán tirara de su mirada, pensamientos e
incluso sus sueños. Su familia le ha advertido que no puede tener nada con él o
cualquier miembro del Clan. Sin embargo, cuando Tristan va a dondequiera que
ella esté, Savannah teme que esté destinada a fracasar. Por años, se le ha
prohibido a Tristán hablar con Savannah Colbert. Cuando Savannah desaparece por
una semana y vuelve… diferente, él no puede estar lejos de ella. Los chicos
parecen intoxicados solo de mirarla. Su propia familia está más estricta que
nunca. Y Tristan tiene que luchar contra su impulso de protegerla, estar cerca
de ella sin importar las consecuencias.
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